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Crema de Romanesco y Manzana

  • Foto del escritor: Luis Solera
    Luis Solera
  • 23 mar 2020
  • 2 Min. de lectura



El sabor suave del romanesco cocido al punto y el dulzor de la manzana y una mezcla de especias. Esta crema puede tomarse tanto caliente como fría.

No sé si será el cambio climático o qué pero lo cierto es que estamos en una época del año en que lo mismo te cueces con el chaquetón que lo echas de menos, va y sale el día con un sol que parece que la primavera se ha adelantado y al día siguiente hace un frío de tres pares de colchones, así que viene muy bien una crema como esta que se puede tomar caliente o fría, según vaya el día. Si la vas a tomar fría, añádele más líquido para que tenga una textura más ligera. Sale una buena cantidad, pero al no llevar ni patata ni una gran proporción de lácteos se congela perfectamente, así que vale la pena hacerla toda y tener reservas.

Si eres vegana o vegano o no te apetece ponerle lácteos puedes sustituirlos por un par de aguacates maduros: quedará igual de cremosa.

Para aportarle más texturas -aunque la avellana sola ya le va de perlas- puedes poner más manzana cruda picada por encima. Sobre todo si la vas a tomar fría: el frescor y el crujiente de la fruta fresca le quedarán muy bien.

Ingredientes - Para 6-8 personas

· Un romanesco mediano (unos 600 g)

· 3 manzanas Royal Gala

· Una cebolla

· La parte blanca de un puerro

· 1 l de caldo de verduras, suave o se perderá el sabor de la romanesco (o más si se quiere más ligera o se va a tomar fría)

· Za’atar al gusto (yo puse dos cucharaditas)

· 2 yogures griegos

· 75 g de avellanas

· Aceite de oliva suave

· Sal

· Pimienta


Preparación

Pelar y picar el puerro y la cebolla y pocharlos a fuego lento con un chorrito de aceite.


Cuando estén, sin dorarse, añadir el romanesco en arbolitos y la manzana pelada y en dados. Subir el fuego y sofreír durante unos 10 minutos, removiendo varias veces para que no se queme.



Añadir el caldo y llevar a ebullición. Pasados unos siete minutos comprobar la textura del romanesco: si se puede aplastar con un tenedor, pero ofrece una cierta resistencia, ya está. Si no, dejarlo un poco más, id comprobando. En este punto está el secreto, en no recocer

Ya fuera del fuego, poner el Za’atar y uno de los yogures



Triturar hasta conseguir una crema fina y ajustar de sal y pimienta.

Servir con la avellana picada, un yogur más y más pimienta.

 
 
 

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